A menudo nos encontramos con gente a la cual que gusta cantar, o bien con personas que cantan, pero que nunca desarrollaron una técnica o aprendieron a hacerlo. Como en cualquier otra disciplina en la cual utilizamos nuestro cuerpo, el canto necesita y requiere entrenamiento y por supuesto una técnica. Piensen sino en un jugador de rugby que no entrenara nunca, o que jamás hubiera tomado una clase para saber la técnica del juego…
Con el desarrollo vocal sucede exactamente lo mismo. Si bien muchas personas pueden tener un don o la facilidad de cantar, necesitamos aprender a utilizar nuestro cuerpo para aprovechar al máximo nuestra capacidad, y también del entrenamiento para mantener ejercitados todos esos conocimientos.
El primer paso es reconocer y adoptar la respiración costo-diafragmática, que no es la que normalmente usamos para hablar. El segundo paso es detectar que cada sonido que emitimos se ubica en un determinado lugar, aprovechando el aire al máximo; se trata de lo que normalmente llamamos colocación del sonido, en la cual debemos usar los resonadores de nuestro cuerpo que son los huesos. Luego podemos hablar de la postura y de expresión que utilizaremos a la hora de interpretar. La postura de todo nuestro cuerpo influirá en nuestra actitud, en nuestra intención, y desde luego en el sonido y nuestro caudal de voz. En este sentido la postura de la boca cobra gran importancia, para lo cual es fundamental ejercitar la pronunciación de cada vocal con su forma y así también las consonantes.
Como pueden ver hay muchas cosas a tener en cuenta a la hora de cantar, y lo fundamental es comenzar por registrar y tener conciencia de nuestro cuerpo. Para ello, solo necesitamos ser constantes en nuestras prácticas.
Hasta la próxima! Germán Faviere
