No hace muchos años empecé a tocar el violoncelo. La mayoría de la gente diría que lo que estoy haciendo es "aprender a tocar" el violoncelo. Pero estas palabras traen a nuestras mentes la extraña idea de que existen dos procesos distintos: (1) Aprender a tocar el violoncelo; y (2) tocar el violoncelo. Se supone que haré lo primero hasta completarlo y en ese punto dejaré el primer proceso para empezar el segundo. En suma, seguiré "aprendiendo a tocar" hasta que haya "aprendido a tocar" y después empezaré a tocar.
Por supuesto esto es absurdo. No hay dos procesos sino uno. Aprendemos a hacer algo haciéndolo.
No hay otra manera.
Cuento de John Holt
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